miércoles, 5 de febrero de 2014

CONCLUSIÓN.

Es una de las ciudades consideradas por la UNESCO más interesantes para visitar desde el punto de vista cultural. La invasión musulmana benefició mucho a Córdoba; vivió su máximo esplendor y los recursos culturales más importantes de la ciudad vienen de esa época. A partir de la expulsión de los musulmanes la ciudad fue en declive, no tuvo un gran papel en la historia hasta el nombramiento de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad a través de las labores de Cruz Conde que revalorizaron el patrimonio y le devolvieron fama a la ciudad.

Sus señas de identidad más marcadas son la Mezquita y Medina Azahara, que atraen a numerosos turistas cada año que se desplazan a Andalucía para visitar Córdoba, aunque su oferta se vea eclipsada por las cercanas Granada y Sevilla, no tanto en que estas tengan superioridad patrimonial o desmerezcan la calidad monumental y artística cordobesa, sino más bien en el sentido de la gran fama nacional e internacional de sus recursos culturales, especialmente la Alhambra.

La ventaja de Córdoba es que de cara a su accesibilidad está bien comunicada en un punto clave intermedio entre las dos ciudades andaluzas mencionadas para aquellos que hagan ruta por carretera, además aunque carezca de aeropuerto Córdoba está integrada el la red española del AVE. Puede decirse que se ha adaptado bien a los tiempos actuales para ofrecer nuevas infraestructuras y servicios, así como una amplia oferta hotelera de calidad, renovada y en expansión.

Esta ciudad tranquila y acogedora centra su oferta en un turismo de interior fuertemente cultural, pues además de su característica de "ciudad de las tres culturas" cuenta con una gastronomía muy bien valorada y atracciones como la Fiesta de las Flores, la Semana Santa, la tradición del flamenco y el Festival de la Guitarra. A nivel provincial cuenta con espacios naturales de gran belleza y un turismo cinegético que aunque no es protagonista, está consolidado.

En relación a la estacionalidad, tanto el ayuntamiento como el sector de la hostelería están buscando propuestas para ampliar el marcado período de concentración turística. Las actividades culturales tienden a solaparse saturando meses ya de por sí considerados con alta ocupación como mayo, por lo que es necesaria mayor previsión y planificación para organizar determinados eventos en meses en los que el turismo necesite incentivarse en Córdoba.

La ciudad debe adaptarse más a los tiempos actuales, invertir en comunicaciones por carretera, mejorar la formación de los profesionales del turismo especialmente en idiomas, tener en cuenta los nuevos países emisores de turismo, buscar cómo llegar a mayor público a través de innovadoras y más eficaces campañas de información turística, hacerse notar en las redes sociales y además de seguir trabajando en su imagen como "triángulo dorado andaluz", esforzarse por reforzar la "marca Córdoba", ya que Granada y Sevilla cuentan con una identidad propia muy marcada de cara a la imagen exterior del turista.

Una ampliación de su oferta a campos que generan turismo en la actualidad como la construcción de un palacio de congresos, un recinto ferial competitivo, centros comerciales dinámicos y modernos, o mayores esfuerzos en el campo del arte contemporáneo y el diseño, beneficiaría a mejorar la imagen de Córdoba de ciudad monoproducto.